Hace años en una formación, una compañera me señalo cómo le había cambiado la vida practicar el contento. Me resonó profundamente y quise explorar más. Me ha llevado años descubrirlo y por momentos, lo saboreo.

El contento sustituye cualquier tentación de apegarse al resultado externo de las relaciones, procesos o hechos concretos. Tiene que ver con el cultivo de la apreciación y el desapego. Es la sensación de estar en el lugar adecuado en el momento presente. Una ligereza que te envuelve cuando percibes madurez y armonía vital. El contento no se debe a una circunstancia favorable o una situación placentera, depende solamente de uno mismo.

El contento nace del desapego, de la certeza que tu capacidad de gozar no depende de elementos externos o la satisfacción en las relaciones. Está relacionado con la aceptación consciente y la madurez. El contento puede ser un destello, una sensación de gozo sosegado que nace de una comprensión madura y profunda. Así como la insatisfacción causa descontento, la satisfacción que nace de la calma profunda, la humildad y y la lucidez, generan contento interior.

Cuando practicamos el método Inter Bonding® para la salud emocional, despertamos nuestra capacidad de sostener estados de contento prolongados; construyendo de raíz una actitud vital y espiritual de aprendizaje saludable.