Cada final de año nos conecta con la energía de la terminación y en mi caso con un reflejo necesario, hacer balance. Algo que también traslado a mis clientes en dos movimientos introspectivos: lo vivido en el año aún presente y lo que desean hacia lo nuevo. Previo análisis sobre un cuaderno íntimo, acompaño a través de una visualización para reforzar los anhelos del paciente trabajando a nivel analítico, energético y espiritual. Algunos elementos comunes a este ejercicio consiste en:

• observar patrones indeseados en los hábitos, las relaciones y las conductas

• enfocar las nuevas enmiendas en las 5 áreas de vida: física, relacional, organizativa, espiritual y financiera

• recabar lo aprendido en las relaciones vigentes y recientes, así como en los hechos significativos

• activar una actitud de compromiso hacia los nuevos objetivos desde la propia verdad y con tareas concretas

• estar dispuesto a tomar decisiones moviendo el “sentido del barco”

• ejercitar la gratitud y apreciación desde la conciencia de los elementos positivos de la propia vida

• entregarle las enmiendas al universo confiando en un resultado óptimo

Escribirlo, visualizarlo, sellarlo como un compromiso hacia sí es abrirse a volar y materializar los propios sueños. Las cosas cambian cuando nos enfocamos en lo que queremos llevando a cabo acciones amorosas en el propio beneficio. Además cuando somos claros y confiamos, el universo escucha nuestra vibración para manifestar nuestros anhelos.

Y a tí ¿qué te gustaría soltar para dejar definitivamente atrás? ¿qué anhelas aprender con pasión y entrega? ¿cómo visionas tu nuevo año por delante?

Este ejercicio, en mi caso, me ha ayudado a darme cuenta que en esta época del año me gusta celebrarme junto a personas afines con las que conectar, practicar algun retiro espiritual o viajar a un lugar desconocido.

Feliz tránsito a tod@s. Sed felices.