La Conexión Interior.jpg

La era de la conectividad digital ¿nos conecta o nos desconecta? Me refiero a una conexión genuinamente humana. El uso de los dispositivos están transformando la forma de relacionarnos, también hacia nosotros mismos. Si ahondamos en los porqués, encontraremos poderosas razones. 

Cuando nacemos, la conexión emocional es esencial para el bienestar. Necesitamos conectar con el cuerpo de nuestra madre para sentirnos a salvo. La mayoría de nosotros crecimos sin gozar del sustento conectivo y emocional de nuestros mayores. A no ser que evolucionaramos junto a unos padres o cuidadores conscientes, crecimos sintiendo una desconexión, una carencia esencial. 

Lo más seguro es que en nuestro interior desarrollaramos un profundo anhelo insatisfecho. Esta carencia de conexión interior pudo crear, muchas veces, sentimientos dolorosos de impotencia. Y aprendimos a desconectarnos también de nuestras emociones, del dolor. 

La conexión es una necesidad tan básica que sin ella nos sentimos desolados y vacíos. Sabemos por investigaciones que en muchas aldeas indígenas el sentimiento de arraigo y de pertenencia crea vínculos de apoyo sostenidos y en consecuencia, las vidas son más longevas y satisfactorias. 

En nuestra cultura occidental hemos aprendido a ocultar nuestra conexión espiritual, física y emocional. 

El fracaso de muchas relaciones de pareja o de familias disfuncionales señala el escollo de la desconexión global. Tantas veces buscamos en los demás la conexión que nos falta. Para manifestar nuestro deseo más profundo de conectar de una forma amorosa con los demás, primero necesitamos aprender a conectar de una forma amorosa con nosotros mismos. Lo que esto significa es que necesitamos estar presentes con una compasiva intención de aprender de todos nuestros sentimientos, especialmente de los mas dolorosos, que ocultamos o nos resistimos a gestionar por miedo. 

Cuando conectamos a nivel interno, el corazón se expande y en esa apertura, sentimos un gozo, una forma de placer llamado amor que nos nutre.

Hoy, en nuestra vida adulta, podemos rescatar la conexión interior a través del método Inner Bonding®. Gracias a este profundo proceso psico-espiritual podemos aprender a desarrollar una figura interna de poder personal, necesaria para recuperar la potencial conexión dentro de cada uno de nosotros.